MARINERO
La alegría de mi rostro
la felicidad que en mí había anclado,
naufragó en aquella tormenta
y mi marinero se la ha llevado.
Aquel marinero sonriente,
de mirada tan profunda
y semblante enamorado,
aquel dulce marinero,
y es ahora que me doy cuenta,
fue un camino equivocado.
Ignoro si él es feliz
tras su invulnerable retirada,
sólo espero que la mía,
aquella que se llevó,
no le sirva para nada.
la felicidad que en mí había anclado,
naufragó en aquella tormenta
y mi marinero se la ha llevado.
Aquel marinero sonriente,
de mirada tan profunda
y semblante enamorado,
aquel dulce marinero,
y es ahora que me doy cuenta,
fue un camino equivocado.
Ignoro si él es feliz
tras su invulnerable retirada,
sólo espero que la mía,
aquella que se llevó,
no le sirva para nada.
© Lucia Navarro Luna
No hay comentarios:
Publicar un comentario